DIEPPE – Eco de motores

DIEPPE, capital normanda del Motorsport.

Una palabra que nos evoca a pensar en una sola cosa, ALPINE.

Solo llegar a Dieppe, encontramos Alpine por doquier. Una estatua de Jean Rédélé, un A110 a modo de escultura en medio de una rotonda, o una tienda de souvenirs llena de coleccionables relacionados con el Motorsport vinculado a Alpine y Renault.

Me sorprendió la gran incidencia del puerto, y las mareas, que permite al mar, entrar y mezclarse con la ciudad, diferenciando el núcleo antiguo, del barrio pesquero, separado por dos puentes.

 

Uno de ellos giratorio!

Sigue funcionando con el sistema original, del cual presume tener muy pocas averías a lo largo de su historia, seguir siendo muy fiable y rápido… me cuenta Alain

 

Su arquitectura, donde podemos ver edificaciones modernas, deja entre ver todavía, antiguas casas realizadas con sílex, un material muy típico y usado en la región.

Imprescindible poder vivir el mercado de los sábados!

Donde las paradas de los artesanos, agricultores y ganaderos de diferentes “Ferme” se dan cita en las calles más comerciales junto a establecimientos fijos compartiendo espacio y ofreciendo una diversidad de productos fascinante. Mucha gente, no duda en recorrer largas distancias y acudir regularmente.

Las barcas, siguen ofreciendo el pescado y marisco fresco por la mañana, y es que, en Dieppe, no puede faltar a parte del eco de los motores… la “Foire aux Harengs et à la coquille Saint-Jacques”

 

Paseando por allí, pudimos saludar a antiguos trabajadores de la factoría Alpine y Berex entre otros, a parte de cruzarnos con uno de los pilotos normandos, quien pilotó desde prototipos Alpine a desarrollos de vehículos más modernos por Berex como el Renault Clio Williams.

 

Los acantilados de la costa, recuerdan la época más cruda en la que fue protagonista, pues, se dio cita la operación Jubilee durante la IIWW.

En Agosto de 1942, 6 de las playas próximas a Dieppe, fueron el objetivo de las tropas aliadas, para medir su potencial y la capacidad de respuesta de la defensa alemana en las operaciones Yellow, Blue, Green, White, Orange y Red.

Una operación que se cobró más de 4000 bajas, de las cuales más de 3000 fueron de la 2a división Canadiense, a quien se les recuerda todavía de manera muy especial.

 

Sin lugar a dudas, Dieppe y sus alrededores, ofrece mucho.

Aunque, algo que si se hecha en falta, es un museo que explique la increíble historia de como detrás de esas pequeñas puertas en los locales de la avenida Pasteur, todo empezó, y un grupo de “dieppois” escribieron destacadas páginas para el recuerdo en Le Mans o llegar a ser campeones del mundo de rallyes.

Paseando por allí, podemos descubrir las antiguas puertas del departamento de competición, donde nacían aquellos prototipos, se montaban las unidades de competición o se testaban los motores en el banco de pruebas. También, donde se ensamblaban las unidades de origen destinadas a los particulares, que intentaba sostener parte del presupuesto para financiar el departamento de competición.

Parece imposible, que aquel lugar que fue testigo de una parte tan importante de la historia del Motorsport, rebosante de vida, ilusiones y pasión, repose en el más absoluto silencio y anonimato.

A todos ellos, gracias por esa etapa, que muchos desconocemos realmente, y personalmente, aconsejo estudiar y aprender. Una lección de humildad, que nos recuerda el duro camino, esfuerzo y trabajo que hay detrás de las soluciones adoptadas en la época y todavía prevalecen, fruto de los miles de horas invertidas en mejorar y ser competitivos frente a sus duros rivales.

Algo que recordaré sin duda, es que bien sabe un buen Kir en compañía de amigos, el despertar con el sonido de las gaviotas y que el tiempo cambia tremendamente rápido en Normandía…

Muchas gracias, Gisèle y Alain “Cócó”  Prié por acogerme, hacerme sentir como en casa y regalarme vuestro tiempo, anécdotas y curiosidades de las que bien darían para un libro a parte!